D. Luis Arguello con patrocinadoresParticipantes en el Foro.

CRONICA Y FOTOGRAFIAS DE EL NORTE DE CASTILLA EDICION DIGITAL

La sociedad actual se encuentra en constante cambio. Uno al que no es esquiva la Iglesia, o por lo menos, uno de sus mayores pensadores en España del último siglo, Luis Argüello, el presidente de la Conferencia Episcopal. El arzobispo de Valladolid abrió ayer el curso del Foro Económico de El Norte de Castilla, que inicia su decimosexto año coincidiendo con el 170 aniversario del periódico, abogando por ser parte de dicho cambio y de los desafíos existentes en la actualidad, ofreciendo «esperanza» (de ahí que el lema del Año Jubilar convocado por el Papa Francisco que se celebra en 2025 sea ‘Peregrinos de esperanza’).

En opinión de Argüello y como extensión de las palabras del Papa Francisco, escritas en la encíclica ‘Fratelli Tutti’, «es necesario poder organizar la convivencia de manera social, política y pública», si bien en la actualidad existen trabas en esa organización. «Se está imposibilitando un verdadero diálogo para asuntos del medio y del largo plazo, para aquellos que trascienden más allá de una legislatura. Es escandaloso que en la organización de la presencia pública de los políticos se perciba una falta de amistad que impide el diálogo», lamentó, mencionando esta cuestión como una de las dificultades que está encontrando hoy la democracia, no solo la Iglesia.

Entre las preguntas que se planteó el arzobispo de Valladolid, que enunció también como una invitación a la reflexión, se encontraba la de si la democracia es el mejor de los sistemas de gobierno o si es el capitalismo es el modelo económico ideal, una valoración para la que considera que «hemos de situarnos más allá de las viejas confrontaciones entre liberales o marxistas, derecha o izquierda», así como tener «más cercana la mirada a los perdedores y sobre los beneficiarios de la economía globalizada», toda vez que el último informe de Intermon Oxfam, tal y como recordó, habla de que el 1% de la población concentra el 95% de la riqueza existente.

En este sentido, dijo que «la Iglesia no ofrece un sistema alternativo», puesto que sabe que, «seguramente, hoy es de imposible puesta en práctica», aunque sí propone poner en práctica planteamientos que permitan «liberar el deseo de quien ha caído dentro del mercado capitalista en tantos campos que se escapa de la lógica». No es, afirmó Argüello, la encíclica del Papa Francisco aquello de lo que ha podido ser tildada de un solo color. «Es roja, porque sale en defensa de los pobres, pero también es verde, es azul y es blanca, porque plantea el espíritu de Dios y por la fraternidad, que no es solo parte de la bandera francesa, sino que un hecho para los que creemos que hay un Dios padre», defendió.

Presencia en la sociedad

Esa idea de sociedad manifestada por monseñor Argüello –a título individual, quiso aclarar– guarda relación con la presencia inequívoca e indubitada de la Iglesia en la misma. Incluso teniendo en cuenta los matices a los que le abocan hechos como que, en un momento en el que los sentimientos se elevan a la categoría jurídica por odio, los sentimientos religiosos han dejado de protegerse.

«Los católicos tenemos que aprender que somos un pueblo entre los pueblos y tenemos que ofrecer el diálogo planteando que creemos en una antropología nueva. Hay hechos que son parte de la expresión de la fe cristiana o, cada vez más, de la musulmana. Debemos poder expresar criterios para el bien común, como la defensa del matrimonio entre el hombre y la mujer o la defensa de la familia», considera el arzobispo vallisoletano.

En esta línea, detalló que la presencia de la Conferencia Episcopal Española, y por ende, de la expresión de la fe cristiana, se manifiesta en la sociedad no solo a través de asuntos religiosos, sino de tal calado como la crisis migratoria que vive actualmente nuestro país u otros aspectos de su dimensión social, que implican una relación frecuente con administraciones públicas. «El cauce habitual de la relación con el Gobierno es a través de los ministerios. En los 203 días que llevo en el cargo, me he visto en dos ocasiones con el ministro de Presidencia y Justicia, que es donde está la Dirección General de Asuntos Religiosos. Es el cauce normal, aunque Pedro Sánchez fuera el primer presidente que visitó la sede de la Conferencia Episcopal», recordó Argüello, que resaltó la «gran relación» existente «con la gran mayoría de los alcaldes de todo signo político, una «muy buena con las diputaciones» y otra «algo más variada» con las comunidades autónomas.

«La Iglesia tiene relevancia por múltiples motivos que llevan a que las relaciones sean buenas, pero esas relaciones tienen que bastante más que ver con lo local», condensó el presidente de la Conferencia Episcopal en el inicio de curso del Foro Económico de El Norte de Castilla, que cuenta con el patrocinio ya histórico de Collosa, Gullón y Banco Sabadell.

Argüello espera que el Papa pueda visitar Canarias

Durante su papado, Jorge Bergoglio ha mostrado una manera diferente de hacer las cosas; también, de hacer visitas. Así lo recordó Monseñor Argüello, que espera, no obstante, que el Papa Francisco «pueda venir a Canarias». El motivo sería «especial», y tendría que ver «con la situación migratoria», puesto que en su modo de proceder ha puesto el acento en visitar «las periferias» de todos los lugares del mundo. «Existe la posibilidad» de que venga, insistió el presidente de la Conferencia Episcopal.

En el supuesto de que esa visita se produjera sería con un contexto muy marcado, el de «realizar el anuncio de que el amor del Señor va por delante de todo y tiene una dimensión social», algo de lo que ha sido «acusado, de estar solo pendiente de las causas sociales», una mayor que Argüello rechazó que sea la única que le mueva: «Este fin de semana está en Bélgica en una situación concreta. También ha estado en Estrasburgo o Marsella. Todavía no ha ido a Argentina, y es su país natal y ha expresado su deseo de ir. Si la salud se lo permite, espero que pueda venir».

Antes de ello, el Arzobispo de Valladolid confirmó que pasará el mes de octubre en Roma, en la segunda fase del Sínodo de los Obispos, una cita para la reflexión a la que acudirán unas 500 personas y tras la cual se espera que el Papa ofrezca sus conclusiones.

El «desconcierto» de la Iglesia en las relaciones con el Gobierno

Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal, explicó en el Foro Económico de El Norte que, como creyente, su actitud es «poner por delante la confianza como actitud irrenunciable» ante las relaciones con Pedro Sánchez y hacia el Gobierno que preside, si bien no ocultó que en la Iglesia se sienten «desconcertados» sobre lo que abordan cuando dialogan en materias como las inmatriculaciones de los bienes de la Iglesia o sobre la forma de abordar la reparación de los abusos producidos dentro de esta o, en general, en la sociedad. «La confianza hay que mantenerla siempre, pero estamos desconcertados con la diferencia que hay entre lo que dialogamos y lo que aparece a las dos horas en un medio de comunicación o, luego, en una propuesta legislativa», aseveró.